Buenos Aires se sumó a la tendencia ya
presente desde hace años en otras capitales del mundo, que incorpora a las
mascotas al mundo laboral: los empleados de algunas empresas van al trabajo con
sus perros y hasta hay algunas compañías que optan por adoptar de forma
institucional una mascota. Es la incursión en el mundo laboral de un concepto
sintetizado en el popular anglicismo "pet friendly" (es decir,
amigable con las mascotas).
Como todo fenómeno en pleno
desarrollo, aún no hay reglas definidas ni un modus operandi previamente
establecido "Es muy sano porque cuando necesitas traer a tu mascota, podés
hacerlo. Cada uno es responsable de las necesidades de su mascota en la
oficina. Se ordena naturalmente. Aplicamos el mismo parámetro que con las
personas. Por ejemplo, cualquier persona involucrada en un incidente violento
es despedida y pasaría lo mismo con los perros. Pero, por ahora, no pasó",
explica Sebastián García Padín, Country Manager de Findasense en el país.
En la agencia de comunicación Don el
funcionamiento es parecido. "No hay reglas de convivencia o algo así. Se
va viendo y charlando en el momento", cuenta Mariano Ricciarelli, uno de
los fundadores de la agencia.
"Tenemos una idea de comunidad y
trabajo en conjunto en la que todos puedan sentirse cómodos como si estuvieran
en su casa. Parte de eso es traer a tu mascota si por algún tema en particular
necesitás hacerlo", explica Ricciarelli.
Havas, un grupo de comunicación y
marketing que opera en más de 100 países, adoptó hace tres años a Isidro. Sofía
Polo es licenciada en publicidad y una de las encargadas de pasearlo de lunes a
viernes. Explica que antes de tomar la decisión, hicieron una encuesta entre
los empleados. Como el resultado fue favorable se comunicaron con el programa
de adopciones de Pedigree y conocieron a Isidro. Tenía sólo 6 meses cuando
llegó a la empresa.
Al principio, dormía algunas noches en
la oficina, pero no le gustaba quedarse solo. Entonces dos compañeras
decidieron turnarse para alojarlo por las noches en sus casas y volver a
llevarlo a Havas a la mañana. "Es muy lindo tenerlo a Isidro acá. Te
distraés un poco, salís de la monotonía de la rutina laboral. Isidro es divino.
Cuando lo llevo a pasear saluda a todos con los que se cruza", relata
Sofía.
Ringo, obsesionado con los cabos
sueltos, no tardó en dejar su huella en Adyouwish. Después de sus primeros días
en la agencia de marketing digital, los directivos decidieron levantar y atar
todos los cables que estaban a la vista. "Pero eso fue al principio. Ahora
pasó a ser parte de la oficina. Se porta muy bien. El estudio está en un
edificio de oficinas, entonces cuando lo ven los empleados de otras empresas en
la entrada o el ascensor, se sorprenden mucho. La gente de seguridad lo adora.
Se hizo muy popular en el edificio. Y entre los clientes. Los más perreros le
juegan y Ringo es feliz", cuenta Matías Vázquez, padre de Ringo y director
de Adyouwish.
Según los consultados, casi no hay
casos de quejas sobre los perros por parte de sus compañeros de trabajo o
clientes. Sofía, de Havas, hace referencia a una de las excepciones.
"Había un chico que trabajaba antes con nosotros al que no le gustaba
Isidro, y a Isidro no le gustaba él. Se odiaban mutuamente. Isidro siempre
hacía sus necesidades al lado de su escritorio, como marcando territorio. Desde
que se fue ese chico no lo volvió a hacer", cuenta.
Cloc, cloc, cloc. El sonido de los
pasos de Wicky sobre el piso de madera resuena en todo el estudio de Jengibre.
Su ir y venir entre las computadoras recuerda a un número de tap. Nació hace 15
años con un elemento de percusión incluido: sus uñas. Hace tres, perdió la
vista, por lo que su deambular se volvió más frecuente. "A los clientes
les genera ternura y conectan enseguida. Wicky es muy tranquilo y la
interacción es muy buena", sostiene Romina Iannaci, mamá de Wicky y directora
creativa de la agencia de branding.
Tomás, de Findasense, cree que es una
cuestión generacional. "Mi generación no cree en la idea del balance
trabajo/casa sino en la de work-life integration (integración entre el trabajo
y el resto de la vida). Por eso, en Findasense el empleado puede traer su
identidad de forma íntegra a la oficina y no tiene que ponerse la careta de
empleado cuando llega y quitársela cuando se va a la casa. Traer el perro es
poder traer tu vida y tus circunstancias. Tenerlo ahí al lado tuyo te recuerda
constantemente lo que es importante para vos y te conecta con tus emociones en
momentos de stress", explica Tomás.
Alicia Dell'Arciprette, directora de
la Asociación Argentina de Terapia Asistida con Perros (Tacop), es otra especialista
en el tema. "El contacto con un animal tiene beneficios emocionales y
físicos. Sólo con acariciarlo te baja la presión sanguínea, te ayuda a
disminuir el nivel de stress y te relaja para trabajar", explica Alicia.
Bocalán tiene diferentes tipos de actividades
ideadas específicamente para el ámbito empresarial. Pasean a los perros por las
oficinas para que interactúen libremente con las personas que trabajan en el
lugar, hacen encuentros informativos para los empleados y ejercicios para
trabajar valores empresariales puntuales.
En el edificio de la firma ubicado en
Munro hay unos 400 empleados, y unos 1000 en todo el país. "Somos muchos
pero estas actividades nos unieron. Se generó un buen clima de trabajo y una
mayor sensación de pertenencia -dice Medellin-. A partir de las visitas de
Bacalán del año pasado, se comunicó con nosotros gente de otras áreas para
sumarse a lo que hacemos. La gente que trabaja acá quedó enamorada de la idea
de poder tener un animal en la oficina".
No hay comentarios:
Publicar un comentario