Paul J. Zak (nacido el 9 de febrero de 1962) es un americano
neuroeconomista conocido como un
defensor de la .neuroeconomía
Es profesor de la Universidad de Claremont , en el sur de California . Ha
realizado estudios de imágenes del cerebro, y fue el primero en identificar el
papel de la oxitocina en la mediación de los comportamientos de confianza entre
los seres humanos
De acuerdo con sus estudios,
tanto las mascotas (en especial los perros) como los humanos también secretan
oxitocina después de haber jugado juntos.
Con todo, estudios
neuroquímicos recientes comprueban que ciertos animales, como los perros y los
gatos, secretan la misma hormona, la oxitocina, que los humanos durante
circunstancias íntimas y afectivas. La oxitocina, del griego ὀξύς,”rápido”, y τόκος,
”nacimiento”, es una hormona relacionada con el afecto, el reconocimiento y
establecimiento de las relaciones interpersonales; razón por la cual, se le ha
llegado a apodar “molécula del amor” o “molécula afrodisíaca”.
Mientras que en las mujeres,
la oxitocina se libera durante la actividad sexual, la gestación y el parto
para establecer vínculos afectivos, en los humanos en general, esta hormona
aumenta la confianza y autoestima, reduciendo el miedo social. Esto es debido a
que la molécula inhibe la amígdala, área cerebral encargada de las respuestas
al miedo y a la agresión.
De acuerdo con el estudio de
Paul Zak, tanto las mascotas (en especial los perros) como los humanos también
secretan la oxitocina después de haber jugado juntos; Por consiguiente,
conforme esta hormona aumenta en el animal, incrementa sus años de vida.
A diferencia de los gatos,
los perros parecen tener un vínculo más fuerte con sus dueños, secretando más
de esta molécula.El estudio se llevó a cabo en un refugio de animales en
Arkansas, EE.UU. Ahí se tomaron muestras de sangre de un perro doméstico y una
cabra, quienes solían jugar entre ellos.
El objetivo era dejar que
jugaran libremente para que, después de 15 minutos, se pudieran obtener las
muestras. Así se descubrió que el perro tuvo un incremento del 48% en sus
niveles de oxitocina; lo que quiere decir que se sentía cierta cercanía con la
cabra, considerándolo como su “amigo”.
En consecuencia, así como
los humanos también pueden sentirse atraídos y amar genuinamente a alguien, es
posible que los animales (en especial los perros) también lo sientan. Por ello,
es indispensable poder tanto respetarlos como ofrecerles el mayor cariño
posible. Es poder devolverles todo el amor que nos aporta
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