La longevidad y la calidad
de vida de los perros y los gatos depende directamente del tipo de alimentos
que consumen, por lo que es indispensable ofrecerles sólo productos con valor
nutricional, recomendó la especialista Noemí Bernal Cano.
Al dictar una conferencia en la Universidad
Autónoma Metropolitana, campus Xochimilco, aseguró que es amplia la variedad de
productos que hay en el mercado, pero pocos certifican la naturaleza de los
componentes empleados, así como los beneficios y las promesas de conservar la
salud de los animales.
Al recomendar los productos premium sobre los
económicos, la médica veterinaria y maestra en ciencias explicó que las
fórmulas de estos últimos son pobres en proteínas de origen animal, pero ricas
en saborizantes y harinas que sólo propician el aumento de peso.
El sobrepeso, explicó en un comunicado, se ha
convertido en una problemática grave por las consecuencias en la salud de estos
animales, pues provoca enfermedades cardiovasculares, articulares y diabetes,
predominantemente; además de que los costos de atención son elevados.
En México, el promedio de esperanza de vida en
gatos es de seis años, cuando debería alcanzar entre 18 y 20 años o hasta 25 en
caso de que esté bien alimentado y cuente con un programa de medicina
preventiva, refirió.
Agregó que si bien ambos son carnívoros, no
significa que sólo deban alimentarse con carne. El perro es un omnívoro que
podría sostenerse con una dieta vegetariana, a diferencia del gato que es
carnívoro estricto dependiente de ese alimento para sobrevivir.
Ambos tienen hábitos alimenticios distintos:
los caninos son omnívoros oportunistas con un aparato digestivo que les permite
consumir todo tipo de alimentos, incluidos verduras y cereales.
Son cazadores sociales y consumidores
intermitentes diurnos que no deben comer cerca de otros perros porque tienden a
devorar el alimento muy rápido y en grandes cantidades.
En tanto, precisó, los gatos comen sólo carne,
pues asimilan los nutrientes del tejido animal; estos cazadores solitarios con
instinto depredador pueden compartir su espacio sin agresiones entre otros de
su misma especie si existen provisiones suficientes.
Los felinos domésticos no
tienen predilección de horario para ingerir sus alimentos, incluso de
madrugada, pero consumen porciones pequeñas de manera frecuente, entre 20 y 25
veces al día de manera pausada.
En los perros de razas grandes y gigantes, el
tracto digestivo corresponde a 2.7 por ciento, mientras que en las especies
pequeñas es 7.0 por ciento del peso corporal, lo cual significa que el tiempo
de digestión es más corto que en los grandes y, por lo tanto, exige una alimentación
altamente digestible y aprovechable; en los gatos es de tres a cuatro por
ciento.
En cuanto a su cuidado, la especialista
recomendó la castración de las mascotas para evitar cáncer por estimulación
hormonal sexual, así como descartar cambios drásticos de alimentación debido a
que necesitan de una transición progresiva alimenticia antes de cambiar de
alimento.
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