El día 19, el pasado martes se ha
inaugurado el primer tramo de playa abierta a los perros
en el litoral barcelonés, un rectángulo de unos 1.200 metros
cuadrados junto al espigón y acotado por un cierre perimetral de madera. A
lo largo de la mañana, la afluencia de bañistas con mascotas ha sido más bien
poca. Solo un máximo de 15 personas se han animado a estrenar este
rincón de playa, situado en el barrio de Sant Martí, justo al lado
del Fòrum.
Para la mayoría de usuarios, la iniciativa es muy positiva aunque
para algunos llega tarde. Yoeri es extranjero pero residente en
Barcelona. Ha acudido hoy a este rincón del litoral con su perro Tim y pese a
estar encantado, considera que llega tarde "Estamos a 19 de
julio y el verano pasa muy rápido", se lamenta el hombre. Para Laura
y Anna, que han venido convencidas de que la iniciativa ya estaba en marcha
hacía tiempo, la idea de habilitar un espacio así era muy necesaria pero
consideran que el recinto es pequeño. "El domingo, cuando esté más lleno
de gente, aquí no se va a caber", dice Anna. Otros, como Fausto, se
sienten literalemente "estafados", tras ver las dimensiones de la
zona. "Hay pipicanes más grandes que esto que han hecho aquí",
dice.
Para Dolores, resulta "indignante" que el ayuntamiento
haya decidido invertir en un espacio para perros. "Aun no tenenmos rampas
especiales para carritos o sillas de ruedas en la arena y los perros ya tienen
su propia playa", dice con recelo. Según Álvaro, vecino de Sant
Martí, se trata de una gran medida municipal. "No solo los humanos tenemos
derecho a distrutar del mar", comenta, pero alerta de que
"sin higiene, el recinto puede llegar a deteriorarse".
Pese a que el ayuntamiento determinó que
el recinto solo sería apto para perros censados, lo cierto es que durante el
día no ha habido ningún control sobre los canes ni se ha pedido
la documentación a sus dueños.
La playa canina parte de una prueba del ayuntamiento para lo que queda
de verano, a la espera de enderezar el proyecto en el 2017. El consistorio
insiste en que este será el único tramo donde acudir con perros por el momento.
En el resto del litoral, queda prohibido el acceso de los canes, según
dicta la ordenanza municipal, en temporada de baño (del 1 de junio hasta el
último domingo de septiembre, y los fines de semana de abril a octubre),
excepto si son perros de asistencia.
La playa canina parte de una prueba del ayuntamiento para lo que queda
de verano, a la espera de enderezar el proyecto en el 2017. El consistorio
insiste en que este será el único tramo donde acudir con perros por el momento.
En el resto del litoral, queda prohibido el acceso de los canes, según
dicta la ordenanza municipal, en temporada de baño (del 1 de junio hasta el
último domingo de septiembre, y los fines de semana de abril a octubre),
excepto si son perros de asistencia.
Si que es cierto, que ya, como siempre ha recibido sus primeras críticas, y
es que nunca estaremos a salvo de los detractores de los animales, de los que
consideran que todos los derechos son suyos, de los que nunca serán capaces de
entender que el planeta no es una propiedad privada del género humano.
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